5 sept 2014

Época de cambio








Cuando en 1999 nuestra selección Junior se proclamó Campeona del Mundo, ante la hasta entonces imbatible, selección estadounidense, nos dimos de bruces con la realidad. Teníamos una generación increíble que había que aprovechar. Y se aprovechó, vaya si se hizo. Ahí quedan el Europeo de Turquía de 2001, el de Suecia en 2003, el MUNDIAL de Japón en 2006, los JJ.OO. de Pekín de 2008, el Europeo de Lituania de 2011, los JJ.OO. de Londres o el Campeonato de Europa de Eslovenia del año pasado.
 
 
Todo el que llegaba sabía lo que debía hacer. Juntar las piezas en torno a la base de la generación de Mannheim. Pau, Navarro, Felipe, Raúl López, Calderón, Berni, Cabezas o Antonio Bueno, se habían convertido en imprescindibles para cualquier entrenador que atesorase el cargo de seleccionador. Únicamente las ausencias en forma de lesiones o por descanso, harían que faltara alguno. A ellos sólo había que unir jugadores que aportaran y entendieran la forma en la que funcionaba la dinámica de grupo creada en las categorías inferiores por ese grupo de pequeñas grandes estrellas. Los Jiménez, Garbajosa, Mumbrú y demás entendieron perfectamente su misión, consiguiendo un grupo de trabajo increíble y de fortaleza mental y moral inquebrantables.
  
Ahora que nos encontramos en NUESTRO mundial de BA-LON-CESTO (Pepu dixit), nos vamos dando cuenta de que, muy a nuestro pesar, esto se acaba. Los componentes de la generación de ORO van cumpliendo años, como todos nosotros, y va llegando la hora de buscar un relevo generacional que vaya entrando progresivamente en la selección nacional. Hasta el momento, hemos tenido bastante suerte, en lo que a los recambios se refiere. Sergio El Chacho Rodríguez, Ricky Rubio, Rudy Fernández o Marc Gasol no tienen nada que envidiar a ninguno de los componentes de dicha generación. Incluso podíamos llegar a decir que el nuevo, en muchos casos, ha superado con creces las expectativas creadas, mejorando la versión anterior.

 

Pero ¿Y que pasa con los pilares de nuestra selección? ¿Hay sustituto para Pau y Juan Carlos? Willy Hernangómez, Abrines o Dani Díez son nombres que estarán muy pronto en la mente de todos y en el vocabulario de todo amante del BA-LON-CES-TO (recuerden, Pepu dixit) Pero no hay porque exigirles a ellos, ni a ninguno, que sustituyan a nadie. Cada uno tiene sus características, y jugadores como los de esta generación se dan muy de cuando en cuando, incluso mirando el mercado norteamericano.

 
Así pues poco queda por hacer, más que disfrutar de los últimos coletazos de esta generación y esperar que el futuro se presente tan halagüeño como nuestro pasado reciente.